Es bien conocido, o debería de serlo, que la celebración del
Año Nuevo en las Calendas de Enero se debe a una decisión del Senado Romano el
año 155 AC. con motivo de la guerra contra la ciudad de Segeda; se trataba de
que el Cónsul elegido en esas fechas llegara, con su ejército, a la Península antes
que empezaran los fríos que imposibilitaba una campaña militar decente. Así
pues se trasladó la fecha oficial de principio de Año de los idus de Marzo al 1
de Enero
Pero ¿Por qué esa
fecha y no otra?
La razón más valida es que las fiestas de las Saturnalias
llegaban hasta finales del décimo mes, Diciembre, oficialmente eran del 17 al
23 pero…, eran días de broma y despendole y en ellas parece ser que uno de los
motivos de jolgorio más importantes era una inversión de la cotidianeidad que venía
a ser la elección del “rey de los tontos”, costumbre que se mantiene durante la
Edad Media ,y hasta nuestros días en algunos sitios, como “la fiesta de los locos”
y de alguna manera se han fijado en nuestro calendario como los Santos
Inocentes.
Pues bien lo que está claro es que había que desligar
totalmente estas celebraciones de algo como la elección de un cónsul, vamos que
elegir a la vez al rey de los tontos y al cónsul no parecía serio. Así pues se tomó el muy honesto mes de Enero como fecha ideal para la
elección de los cónsules, siempre dos, y como comienzo del año oficial.